Si el lenguaje no es correcto, entonces lo que se dice no es lo que quiere decir, si lo que se dice no es lo que se quiere decir, entonces, ¿qué se debe hacer queda por hacer, y si esto queda por hacer, la moral y el arte se deteriorará, y si la justicia se extravía, la gente va a estar en confusión impotente. Por lo tanto no debe haber arbitrariedad en lo que se dice. Esto es importante por encima de todo. CONFUCIO. Grandes palabras para no Olvidar.
Llegar a Rishikesh desde Srinagar fue como llegar a otra India. El itinerario de mi viaje, que comenzó en la región budista de Musulmana de Cachemira, en el extremo norte del país, va siendo como un muestrario asombroso de religiones, costumbres y geografías y contrastantes.
http://jordiweb-galeria.blogspot.com/search/label/Rishikesh . Rishikesh está sobre el sagrado Ganges, o Ganga, como lo llaman en India, no el Ganges de Varanasi, absolutamente contaminado, sino un Ganges joven, recién salido de las montañas, transparente, limpio y muy frío.
Se dice que la ciudad es capital mundial de la Yoga; puede ser. Hay casas de todo tipo de masajes, escuelas donde aprender los secretos ayurvédicos, y occidentales de todas las edades, es impresionante. La ciudad también es meta de deportistas aventureros: Practicar rafting en las aguas del Ganges es una verdadera pasada.
Pero Rishikesh es mucho más que eso. Por empezar es una ciudad pequeña donde confluyen hindúes, auténticos y gente muy creyente que llega hasta allí para sumergirse en las aguas sagradas del Ganga. También hay muchos hippies, pero éstos forman parte del paisaje y no desentonan.
La ciudad está dividida por el Ganga, atravesado sólo por dos puentes: Lakshman Jula y Ram Jhula. Los puentes son peatonales, sin embargo son como avenidas por donde a toda velocidad circulan motos. También pasan por allí vacas, bicicletas, rickshaws y monos, aunque los monos (de 1 metro de altura y cola muy larga) cruzan colgándose de los grandes tirantes de acero que sostienen a los puentes, y cuidado porque yo he visto como al pasar le roban el sombrero a todo aquel distraído que no lo sostenga a su paso. Realmente Vale la pena Una semana en la vida en Rishikesh.
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